Sierra de San Cristóbal
La Sierra de San Cristóbal es un afloramiento granítico de unos 680 metros de altitud y menos de dos kilómetros de longitud que destaca en la penillanura extremeña al suroeste del casco urbano de Logrosán.
CENTRO DE INTERPRETACIÓN DE LA SIERRA DE SAN CRISTÓBAL
La interpretación de la formación del granito, los yacimientos arqueológicos y la minería contemporánea de estaño están explicados con gran detalle en el centro de interpretación ubicado al pie del cerro y al comienzo de la ruta de ascenso que lleva a sus cimas.
Es un buen lugar para comenzar la visita pues sus paneles muestran las reconstrucciones de los yacimientos arqueológicos como serían en su tiempo y esto facilita luego “in situ” la interpretación de las estructuras hoy en ruinas.
PATRIMONIO DE LA SIERRA DE SAN CRISTÓBAL
El cerro ha sido desde la prehistoria un lugar estratégico y emblemático. Sus cumbres albergan yacimientos arqueológicos de gran importancia: un poblado minero dedicado a la extracción de estaño y datado en el siglo XII A.C., en el que han aparecido las únicas evidencias de minería de estaño del Bronce Final, por el momento, en toda Europa. Una fortificación musulmana, de los siglos X y XI, con un castillo defensivo y viviendas en el interior de sus murallas. Los restos de la ermita del Santo, primer edificio dedicado al culto cristiano en Logrosán desde el siglo XIII al XVII, que conserva su planta y algunos muros con los enfoscados originales.
En él se encuentran, además, los restos de las explotaciones mineras de estaño que el Matadero Industrial de Mérida tuvo en Logrosán, desde 1950 hasta 1963, para fabricar las latas de conservas. En sus laderas se ven escombreras, restos de trincheras, y edificaciones como la llamada “Casa de Drácula”, antiguas instalaciones del matadero de Mérida.
INTERPRETACIÓN GEOLÓGICA
Se trata del afloramiento de un stock granítico, formado durante el Carbonífero, como consecuencia de la subducción producida por la colisión de placas que originó el megacontinente Pangea y el plegamiento hercínico, hace unos 300 millones de años. Rodeado por los estratos de roca más antiguos de la Península Ibérica, el Domo Extremeño, formado hace unos 600 millones de años, destaca como una elevación debido a la erosión diferencial: el granito es más duro que la pizarras y esquistos que lo rodean y se desgasta más despacio.
A su alrededor se aprecia una aureola de metamorfismo de contacto en la que las rocas, con metamorfismo regional previo, han vuelto a metamorfizar, esta vez por el calor producido por la intrusión magmática que formó el granito, generando pequeñísimos cristales de algunos minerales como la andalucita, que conforman los denominados “esquistos mosqueados” propios de este tipo de metamorfismo.
Los granitos se encuentran surcados de filones mineralizados, fundamentalmente de cuarzo, pero en los que aparecen numerosos minerales cristalizados, menas de uranio, wolframio, estaño, molibdeno, litio… En Logrosán, el principal mineral, además del cuarzo, es la casiterita (SnO2), principal mena de estaño.
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